Primeramente, y antes de llevarlos a concursar, se clasifican los pajaros aptos para estos fines, ya que no es suficiente que sea buen cantor, sino que ha de reunir las condiciones precisas que se necesitan para este tipo de competiciones: ser buen cantor, sociable, valiente y asiduo en sus cantadas al enfrentarlo a otros de su misma especie para dominarlos.
La preparacion se llevara a cabo con mucho tiempo de antelacion a la celebracion del concurso. Debemos sacarlos al campo para fortalecerlos, y tenerlos muy cerca de nosotros para darles confianza y observar detenidamente su fortaleza, canto, llamadas dobles, cuios, etc., clasificando los de mas sonoridad y potencia. A estos hay que moverlos con mucha frecuencia y sin desmayo si queremos participar en concursos e incluso optar a premio, buscando su docilidad.
Debemos tener en cuenta que cuando se presentan a concursar se les coloca muy cerca de las personas que acuden a presenciarlo, y si desconfian o se asustan dejan de cantar. Ahora bien, con un entrenamiento adecuado durante parte del año, como antes he explicado, se familiarizan y no extrañan estos cambios de ambiente. Cuando el pajaro esta en su mejor momento para estos fines es en la temporada de celo, es decir, de abril a julio.
El chuin y el rechio
Son muchos y variados los criterios que se han formulado por los aficionados respecto a si el chuin o pin que el jilguero emite en sus repertorios es propio en el por naturaleza o es imitacion del canto del pinzon, el carbonero comun o el herrerillo, ya que son estas aves las que ejecutan y modulan estas notas con asiduidad desde sus origenes. Tengo que aclarar, para que no haya malas interpretaciones, que estas notas son propias de la especie del jilguero, comprobado por las pruebas realizadas con una nidada de cuatro huevos que fueron retirados y puestos a una canaria para su incubacion. Sacados los polluelos, dos machos fueron puestos aparte y separados cada uno en distinto sitio para que no oyesen, y cual fue la sorpresa cuando rompieron a cantar y emitieron el chuin o pino Tambien tenemos el caso de la experiencia que se hizo en el año 1935 con veinte jilgueros de los llamados migratorios o de paso, los cuales fueron minuciosamente separados y escuchado su canto con mucho detenimiento, resultando tener diecisiete de ellos chuin o pin y tres no lo tenian. Todo ello da a entender que estas notas le son propias al jilguero.
Al haber en el campo otros pajaros de su misma especie que no tienen estas notas, cuando ejecutan sus repertorios no emiten claramente el chia o rechio en sus terminaciones, y nos demuestran que dentro de su especie existen dos clases de modulaciones distintas en la terminacion. Podemos compararlo a unos esquemas de dialectos, como ocurre en el lenguaje humano, y exactamente en algunas regiones españolas. Lo que si puedo afirmar, sin lugar a dudas, es que los dos tienen el mismo significado y la misma finalidad de descanso.
La aficion de Vizcaya, buscando siempre lo mas dificil en la especialidad, eligio desde t i e m p o s inmemoriales el chia o rechio, creyendo que va mas en consonancia con el canto. Estas notas las conservamos en la actualidad con mucho esmero y mimo los vizcainos, pues es un legado de nuestros antepasados.